Liderago Político

Liderazgo político << José de la Cruz García Mora >>


A raíz de los resultados electorales de la enmienda constitucional, muchos analistas tratar de hacer malabarismos para revertir la interpretación real de los datos. Pero no quedan dudas de la solidez del liderazgo del presidente Hugo Chávez. El problema para la oposición es precisamente la carencia de una figura de peso que logre eclipsar la proyección del líder del proceso bolivariano. En el camino hay otras mediciones electorales inmediatas. La elección de concejales y diputados a la Asamblea Nacional. Pero el horizonte se dilata y la reelección en el 2012 se convierte en pesadilla para los opacos liderazgos del sector opositor. Estos promovieron la opción del No con la esperanza de sacar a Chávez del juego político. Pero el tiro les salió por la culata. Ahora tienen que enfrentar a un líder redimensionado y ungido con respaldo popular mayoritario. Ya nada impide que el presidente se vuelva a postular en el próximo periodo. El horizonte se torna oscuro para quienes carecen de arraigo en las bases del pueblo.
El chavismo tiene una ventaja estratégica sobre la oposición. Quedan cuatro años para consolidar el proceso bolivariano y defender el liderazgo indiscutible del Presidente. No hay competencia dentro de las filas oficiales. En el bando opositor no pueden gozar de tales prerrogativas, porque tienen cualquier cantidad de aspirantes, aunque ninguno tiene la inserción social de Chávez. En aquellas huestes hay una verdadera guerra de guerrillas para lograr erigirse como figura de contrapeso. Pero el camino se torna cuesta arriba, porque nadie quiere ceder el paso y se autoproclaman como alternativa triunfadora. Mientras la oposición se desgasta inútilmente en la definición del liderazgo político, en un enfrentamiento intestino cuyo desenlace nadie conoce, en el chavismo toda la estrategia del gobierno se enfila a seguir proyectando el liderazgo nacional e internacional del presidente Hugo Chávez, aun en contra de la artillería mediática que cada día intenta erosionar el nivel de apoyo popular que este tiene.
Para enfrentar a Chávez no es suficiente la mentira, ni tratar de darle la vuelta a los resultados electorales, como siempre lo han pretendido hacer, manipulando las estadísticas con interpretaciones traídas por los cabellos, o intentado sumar la abstención como rechazo al Gobierno. Incluso, el mismo gurú de la tolda blanca, el señor Henry Ramos Allup, en un extraño arranque de racionalidad política, puso las cosas en el justo lugar, al desmentir las erróneas hipótesis sobre el crecimiento absoluto y porcentual de la oposición. Para enfrentar al Presidente hace falta otro líder de igual o mayor dimensión. Pero ahí está el talón de Aquiles de los adversarios del Gobierno. Hacen falta muchos atributos para construir el perfil de un líder sólido, con credibilidad y proyección entre las masas. Hasta ahora las figuras prominentes de la oposición ni siquiera son capaces de aglutinar a los adherentes de sus propias formaciones partidistas. En estos tiempos cruciales, la ventaja la tienen aquellos que tienen un líder a quien apoyar.

josegarmo@yahoo.com