viernes, 9 de agosto de 2013

Falso Plebiscito

Algunos dirigentes de oposición no han tenido empacho para declarar a los cuatro vientos que las elecciones municipales a celebrarse el próximo diciembre tendrán el carácter de plebiscito contra el Gobierno nacional. ¿La estrategia del Gobierno estará dirigida a organizar la maquinaria electoral para enfrentar la coyuntura comicial en los mismos términos? Este enfoque desvirtúa la esencia de una elección que no tiene nada que ver con la permanencia o cese de las autoridades ejecutivas a nivel nacional. Pero cabe preguntarse: ¿Los ciudadanos son simples borregos o marionetas, sin capacidad de decisión, dispuestos a moverse al son que les toquen las élites, o de verdad tienen conciencia de su papel protagónico en la construcción de la sociedad? De hecho, el enfoque plebiscitario castra la posibilidad de que los vecinos puedan exigir a los futuros gobernantes locales verdaderos compromisos con los asuntos propios de las comunidades. ¿Cuántos bandidos terminarán siendo investidos con el poder local, si la elección municipal se escapa de su esencia natural, como es la gestión de los asuntos locales?
Eso pasará si las municipales se enfocan como un acto de sumisión partidista, o como una propuesta de aceptación o rechazo hacia el presidente Nicolás Maduro y/o el excandidato perdedor de la oposición. Tanto en el sector opositor como en el oficialismo se dejan escuchar voces de descontento frente a la calidad moral y la capacidad gerencial de algunos aspirantes a alcaldes y concejales. Pero nadie dice nada frente a la orientación plebiscitaria de un torneo electoral que no tiene carácter vinculante con la legitimidad del Gobierno nacional. ¿Irán los ciudadanos como corderitos al cadalso (Léase: urnas electorales), a depositar el voto por aspirantes que no calzan los requisitos exigidos por el pueblo, por el simple prurito de expresar la aceptación o el rechazo al Gobierno u la oposición, sabiendo que la naturaleza del evento comicial en nada repercute en la continuidad o culminación del periodo presidencial? ¿En verdad hay tanta escasez de inteligencia en los sectores de derecha e izquierda que se autoproclaman conscientes, democráticos y vanguardistas?
¿Para cuándo van a posponer los electores el ejercicio efectivo de la ciudadanía, eligiendo autoridades que respondan a los intereses del pueblo? ¿Los adherentes del Gobierno y la oposición se van a dejar meter de contrabando a unos cuantos bribones, profesionales de la política, todo por el simple capricho ciego de no valorar las credenciales de los aspirantes en el servicio social, la integridad moral, la capacidad de gestión y muchos otros atributos necesarios para representar con dignidad el poder local? Evidentemente, la falsa teoría del plebiscito solo tiene como propósito contrabandear con las fichas partidistas, muy útiles seguramente para articular las acciones propagandistas de las tendencias en pugna, pero sin ningún crédito para representar a la comunidad y resolver los problemas comunes de los ciudadanos. Los plebiscitos tienen propósitos claros y sirven para tomar decisiones colectivas en asuntos clave de una nación. Asumir la elección municipal en tales términos es una ofensa a la inteligencia del venezolano y la prueba de que escasea la conciencia democrática entre los electores.
José de la Cruz García Mora
josegarmo@yahoo.com

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