viernes, 13 de septiembre de 2013

Pretextos para la Guerra

PRETEXTOS PARA LA GUERRA
           
          La guerra es el pretexto comercial o político de quienes no tienen alma: los mercaderes del diablo. Dicen que el editor de un medio sensacionalista giró instrucciones claras a uno de los corresponsales: “Usted ponga el pretexto, que yo pongo la guerra”. Pero mucho antes de que la frase se pudiera en boga, la historia de la humanidad muestra los miles de excusas que se han utilizado para atizar el fuego en diferentes partes del mundo. Los círculos de poder se tornan sordos ante el rechazo de los ciudadanos. A ellos poco les importa el número de víctimas inocentes, son insensibles frentes a los límites de dolor y sufrimiento que se desencadenan dentro de las áreas en conflicto, son indiferentes por las pérdidas de todo tipo que generan estos eventos irracionales, no les preocupa las repercusiones mediatas o inmediatas sobre la paz mundial. Basta con revisar algunos manuales de historia universal, para saber que el detonante que encendió la guerra en cualquier punto del mundo, siempre fue un pretexto, a veces infundado.
          En esta época de modernidad globalizada, a pesar que hay una ciudadanía más consciente, comprometida y crítica, también existen sofisticadas herramientas mediáticas y políticas para disfrazar los pretextos. Desde todas partes se elevan ecos de rechazo frente a la posibilidad de la guerra en Siria. Se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con el sistema político imperante en aquel país. Pero los tambores de guerra perturban a la región y al mundo entero. Celebridades y anónimos de todas las áreas del quehacer humano, por diferentes medios, se han manifestado en contra de la guerra, no necesariamente en apoyo al gobierno sirio, sino como clamor de paz, buscando que impere la racionalidad, la sindéresis, el diálogo y la verdad sobre el uso de armas químicas. Pero la prisa pareciera ser el único móvil valedero para quienes son capaces de permanecer impertérritos frente al dolor humano: los perros de la guerra. Expertos consideran que el conflicto sirio puede ser el detonante de un evento de mayor magnitud.
          En la actualidad, para cubrir las apariencias, las declaratorias de guerra van precedidas de un impresionante maremágnum de informaciones contradictorias, dirigidas a confundir la opinión pública y crear las condiciones para justificar las invasiones. El camuflaje del pretexto busca consensuar el consentimiento de las potencias militares, a través de resoluciones multilaterales o algo así, no sólo para justificar la agresión, sino para que el resto de la humanidad acepte el sacrificio de un pueblo como algo normal, como una cruzada por la justicia. No importa si mañana se demuestra que era falso el pretexto para ejecutar el genocidio. Las razones económicas o políticas que ahora los mueve no admiten demoras. Por detrás de todo eso, siempre están los móviles verdaderos, esas razones que no están al alcance de los simples mortales. El poderío mediático tiene fuerza para acallar la voz de alerta de todos los pueblos y personas, independientemente de su ideología y posición, para que prive la razón justiciera del pretexto. josegarmo@yahoo.com

             José de la Cruz García Mora

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