jueves, 5 de diciembre de 2013

Proyectos Municipales

Opinión - 5 diciembre, 2013 | 12:00 AM

Proyectos municipales

Ojalá y el fantasma de la abstención no vuelva a rondar los escenarios políticos venezolanos, ni se reaparezca en los comicios pautados para el 08 de diciembre. El ausentismo y la soledad de los centros electorales ha sido la nota predominante, cuando se realizan elecciones a escala local. La participación ciudadana, mediante el ejercicio del voto, es elemento clave para sustentar las bases de la democracia. No sólo es la oportunidad para que el ciudadano emita opinión política a favor de cualquiera de las tendencias electorales en disputa. El incremento de la participación derrumba todas las dudas y falsas hipótesis sobre totalitarismo y falta de libertades públicas. Parece como una perogrullada, pero es una realidad incuestionable. Cuando la gente acude a las urnas electorales, reafirma la confianza en el sistema democrático, se hace partícipe de los mecanismos formales para elegir la autoridad y asume el cumplimiento fiel de los deberes constitucionales. Además, termina por respaldar uno de los proyectos políticos en pugna.
He ahí una de las razones para asistir a votar. Aunque los diferentes candidatos no hicieron demasiado hincapié en las propuestas y proyectos municipales, a la larga, una vez que se hayan investido con el poder, no podrán escapar a la responsabilidad de atender los reclamos e inquietudes del pueblo. Si la gente se suma a la elección de Alcaldes y Concejales, desde el punto de vista del elector, se está enviando un mensaje contundente a los liderazgos locales. Las autoridades electas no podrán luego actuar divorciadas del sentimiento colectivo. Los malos políticos suelen sentirse cómodos cuando los volúmenes de participación electoral son irrisorios. Ellos interpretan la escasa participación como resultado de la indiferencia general de la población. Si el pueblo se hace protagonista y artífice de los procesos políticos, más allá del dictamen circunstancial de las urnas electorales, está demostrando la maduración social para asumir de manera directa otras alternativas de participación en la gestión de los asuntos públicos.
La elección municipal es el protocolo formal a través del cual el ciudadano aspira a que se concrete un proyecto de desarrollo local, aunque los políticos sin compromiso social aspiran a que sea la fórmula para cubrir otros intereses subalternos. Pero la indiferencia electoral no es la mejor alternativa para neutralizar las distorsiones en el ejercicio real del liderazgo local. La participación más bien es un mecanismo para exigir respeto por las propuestas electorales, desde el plano de la madurez ciudadana, con base en el derecho a formar parte de los asuntos clave del desarrollo local. El ejercicio del voto es el primer paso para buscar sintonía entre las autoridades y el ciudadano. Exigir la plena ejecución del programa de gobierno es el siguiente. Pero lo más importante es lograr que se cumpla el proyecto municipal de manera integral. Ojalá y en las elecciones municipales terminen ganando las comunidades, al elegir autoridades que se comprometan a trabajar por el bien colectivo. Ojalá y los centros se llenen de votantes. josegarmo@yahoo.com
 José de la Cruz García Mora

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